VERDAD.
CONCEPTO DE VERDAD.
Verdad: “es la concordancia del contenido del pensamiento con los objetos”.
Este concepto de verdad tiene un sentido muy realista, y es por el cual Hessen se inclina en su obra de teoría del conocimiento.
El concepto de verdad que se nos plantea, se entiende mucho con la expresión: “es una aprehensión de las realidades no dadas, pero que se revela por medio de lo dado”. Porque en cierto modo hay cosas que ya existen pero que tienen que ser denominadas como ciertas y existentes con una serie de argumentos válidos. A demás eso de que nuestros pensamientos están totalmente unidos a los objetos, es algo totalmente real.
Esto que acabamos de mencionar nos da pie para decir que el concepto de verdad no es una copia, sino que más bien es la coordinación que los dos elementos tienen entre sí (contenido del pensamiento y objeto), es decir, una relación. Totalmente distinto a lo que nos presenta el idealismo, el cual dice que el concepto de verdad no tiene su esencia en la relación del contenido del pensamiento con los objetos, si no que dice que la verdad es solo la concordancia de lo que se piensa, es decir, que no puede haber un pensamiento que refute a otro sino que deben ser iguales todos. Y esto es algo que no se acepta, porque nada de lo que existe solo está atenido al pensamiento, es más, todo actualmente necesita ser demostrable físicamente, para poder creerse.
Con esto que acabamos de mencionar argumentamos de por qué es más aceptado el concepto de verdad empleado por los realistas.
CRITERIO DE VERDAD.
El concepto de verdad que inminente que se nos presenta, aunque tiene algunas cosas rescatables, no es del todo cierto, ya que al enfrentarse con las cosas reales, fracasa, debido a que este solo se emplea con cosas ideales.
Es necesario buscar un concepto de verdad que sea realmente válido.
El concepto de verdad que nos presentan los datos de la conciencia, es verdaderamente lógico. Esta nos define el concepto de verdad como la presencia o realidad inmediata de un pensamiento en un objeto, es decir, la semejanza del pensamiento con el sujeto al que este se refiere. Se habla también de una evidencia de la percepción interna, o de un auto certeza de la conciencia, o sea, lo que nos trata de decir concretamente volkelt, un principio de certeza absolutamente último. Volkelt incluye en esta clase de certeza, no solo la percepción inmediata de determinados contenidos de conciencia, sino también de las relaciones existentes entre ellos.
El concepto de evidencia, puede ser entendido de dos maneras, irracional y racional. En el primer caso, la evidencia es sinónimo de sentimiento de evidencia, es decir, una evidencia que se da en todo conocimiento intuitivo, por ende es inmediatista y no puede tener una validez universal como se pretende. Todo conocimiento científico posee una validez universal. Cabe identificar el conocimiento científico con el conocimiento universalmente válido. Por eso no podemos considerar la evidencia en el sentido descrito, como criterio de verdad, en la esfera teórica y científica.
Muchos filósofos sostienen que la evidencia es un criterio de la verdad en la esfera teórica. La evidencia no es para ellos algo emocional, irracional, sino algo intelectual racional. Significa para ellos la visión inmediata de lo dado objetivamente. Esta justificación que nos plantean los filósofos no nos lleva al fin buscado.
Partiendo de estas cosas que acabamos de plantear, nos damos cuenta que el criterio de verdad es algo que aún no podemos catalogar como concreto. El criterio de verdad subjetivo, no puede ser considerado como verdadero, porque es algo más personal, algo que no es universalmente valido. Y si aceptáramos esto como verdadero, entonces estaríamos abandonando cada una de las filosofías que la ciencia plantea para la definición de este criterio. Por lo tanto el criterio de verdad no es subjetivo.
El criterio de verdad hay que seguirlo definiendo hasta el punto de encontrar algo verdaderamente valido, es decir, un criterio que tenga lógica y que sea comprobable, un criterio que tenga elementos ideales y reales, un criterio que refute los pensamientos equivocados que tienen los filósofos, pero sobre todo un concepto que llene cada uno de los vacíos que nos quedan a la hora de hablar de éste. Porque de no ser así caeríamos nuevamente en el criterio que tenemos ahora, es decir, el criterio subjetivo, lo que yo pienso.
Luis Carlos Bedoya.