jueves, 26 de mayo de 2011

EL JUICIO EJERCICIO VITAL DEL SER-PENSANTE Y LA PROPOSICIÓN EXPRESIÓN DEL JUICIO

El hombre como ser racional emite una clase de juicios sobre diversos objetos con la intención de conocer y especialmente de averiguar de dónde proviene el objeto, qué tan importante es y qué impacto puede tener. Y al mismo tiempo la proposición es la que  determina si es verdadero o falso el juicio emitido hacia el objeto.  Es por eso que trataré de hablar un poco sobre este tema.

El hombre como ser pensante tiene que vivir en un contexto que le permita emitir juicios en todo momento, porque de lo contrario se quedaría estancado y no avanzaría en su conocimiento. El hombre vive haciéndose diversidad de juicios acerca de las cosas que lo rodean, por ejemplo, la pregunta sobre la esencia de las cosas.

Es por medio del juicio en unión con la proposición que el hombre puede ir dando solución a las preguntas que se plantea; la proposición le ayuda a debatir sobre la verdades de las cosas, y es por medio del juicio que el hombre analiza las cosas que va conociendo por medio de su pensamiento y experiencia.

Para el hombre conocer mejor su contexto y aprender más acerca de la realidad que lo rodea puede utilizar los diversos tipos de juicio y proposición, y mientras más los utiliza más se acerca al conocimiento de la verdad.

Con respecto al tema que nos presenta el título, puedo decir que el juicio y la proposición son las herramientas fundamentales que el hombre tiene para defenderse en su contexto, para entender lo que ve, para entender lo que piensa y lo que experimenta, pero sobre todo para aprender a  expresarse en medio del contexto que lo rodea.
Es muy difícil trabajar con juicios sin tener en cuenta la proposición, ya que como lo menciona el título es este la expresión del juicio, y  son mucho más entendibles cuando se trabajan estos dos conceptos juntos.

En conclusión, es el juicio y la proposición los que nos ayudan a aprender por nuestra cuenta de la sociedad, a saber comunicarnos entre la misma y primordialmente a conocer todo, no en lo absoluto pero si con certeza tal como se pretende.



jueves, 12 de mayo de 2011

EL POLÍTICO Y EL FILÓSOFO

El político y el filósofo.

En teetetoplatón, se opone entre el político y el filósofo de la misma manera que ya lo había hecho en otros diálogos. Los criterios principales de esta oposición son:
En primer lugar, el tiempo. Pues el filósofo para la búsqueda de su conocimiento tiene su tiempo propio para realizar el hallazgo de este, y no tiene que estar sometido a un  tiempo límite generado por normas, o por necesidad de otro tipo.
En segundo lugar, el modo. El filósofo solo trabaja por la demostración, mientras que el político necesita de muchas cosas, poder de reyes, oratoria, movilización, etc. La forma misma es pues, otra manera de oposición.
En tercer lugar, las relaciones. En la política se oponen intereses, y cuando el uno gana el otro pierde, es un término de competencias. En la filosofía ocurre algo completamente diferente. El que pierde una discusión filosófica gana, porque estaba en un error y encuentra una verdad que no tenía.
En cuarto lugar, la forma de los valores. Los políticos reciben los valores como un dato los valores circulantes en la plaza, por ejemplo: el poder, la propiedad, la nobleza, etc. En cambio el filósofo cuestiona los valores que el político toma por datos.
Un fenómeno de platón que hay que tener en cuenta es que con mucha frecuencia opera por medio de grandes oposiciones.
Muchas de las tesis que platón designa como oposición de la política y la filosofía para nosotros puede sonar muy raro, porque nosotros podríamos considerar la oposición filosófica, como una oposición política.
Platón buscó en lo político, en la república y en las leyes, la manera de hacer que la republica no resultara al mismo tiempo imposible de justificar.
Platón siempre piensa en la ciencia; no hay ninguna posibilidad de afirmar que la mayoría es un criterio de verdad.
Por estas y otras vías busca, pues, platón encontrar una solución a este enorme problema.

La poesía y la filosofía:

En algunos dialogo platón establece una contraposición radical entre la poesía y la filosofía, de manera similar a como lo hace con la política. El poeta aparece como una figura ridícula  cuando se trata de pensar, y el filósofo es ridículo cuando se trata de entrar en la asamblea y en el juicio a defender su causa.
Sócrates después de hacerle una serie de preguntas a Ión, concluye diciendo que los poetas son aquellos que hablan bellamente de las cosas que ellos no saben y que nadie llamaría parta que hicieran. Y la poesía va quedando cada vez más degradada.
Con  la filosofía ocurre lo contrario, y este es un fenómeno típico de platón, y dice: cuando en una discusión filosófica se llega a un impasse grave, a una situación sin salida, se presenta el extraño fenómeno que dice que así como los poetas se tienden a emocionar, el filósofo solo a probar por su conocimiento  del temas, apelan lo de los poetas.
Los poetas también quedan en cierto modo recuperados filosóficamente, cuando platón dice que los poetas son aquellos que conocen la verdad aunque no saben que la conocen.  No es fácil moverse en el pensamiento de platón con una serie de citas aisladas.es necesario ver el juego de los temas y eso ocurre básicamente con los temas esenciales, es decir, aquellos que están en relación necesaria con su filosofía.

La experiencia como criterio de verdad.

En el diálogo de Teeteto, vemos cómo se plantea otra forma u otro método que es utilizado como  criterio de verdad. En el desarrollo del diálogo, se presenta de modo centrado algo que en el futuro nos llevaría al criterio de la práctica, y en cierto modo de vuelta al criterio de la experiencia, sólo que esta vez temporalizados.

La opinión o la ideología, y la experiencia.

Kant marca un momento histórico en el desarrollo de la filosofía, al dar a conocer su crítica del empirismo, que después lleva a dar la conclusión de que, al hacer una formulación del conocimiento que no tenga en cuenta sus críticas al empirismo, ya no es inscrito en la historia de la filosofía, sino que es considerada como una ingenuidad cualquiera.
En términos platónicos, si se dice, que de una opinión no se sale por ninguna experiencia, o en términos modernos de una ideología, se quiere decir que la opinión es un estado de llenura absoluta, y que la ignorancia es un conjunto de opiniones en que tenemos una confianza plena.